"Franz estudiaba en Paris y, como tenia un talento excepcional, su carrera científica estaba asegurada practicamente desde sus veinte años. Desde entonces sabía que se iba a pasar la vida dentro de un gabinete universitario, de las bibliotecas públicas y de dos o tres aulas; aquella idea le producía una sensación de asfixia. Tenía ganas de salirse de su vida, tal como se sale de una casa a la calle."
Levanto la mirada. Tras los cristales polvorientos del tren, el sol de atardecer casi de verano penetra, y los rayos oblícuos iluminan los hangares de la estación de Rubí... Una idea viene a mi cabeza de forma espontanea y muy clara..
"La vida está por escribir"
No sé que pensará mi amiga Montse...
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